Lo que se pierde en la pérdida: la especificidad del duelo
- Ivana Stivanello
- 30 may 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 jun 2021
Lo que va a sostener Rodulfo R. (2013) –siguiendo los postulados Allouch- es que para hablar de pérdida, la condición que debe cumplir es que conlleve la pérdida de sí; cuando no hay pérdida de sí, no estaríamos hablando de una verdadera pérdida. De acuerdo con esta propuesta, requeriríamos realizar un trabajo diagnóstico que nos posibilite diferenciar en qué casos se trata de separación y en qué casos se trata de pérdida-duelo.
En este punto, Punta Rodulfo (2016) sostiene que la pérdida se trata no solo de algo que no está, sino que al no estar se lleva lo más vital de la subjetividad. Aquí radica la especificidad de la pérdida.
Y en relación con la pérdida encontramos el duelo. Se trata de una reacción ante la pérdida de un ser amado o alguna abstracción. Es importante recordar que no es un estado patológico, sino un estado que se transita cuando dicha pérdida sucede, y requiere de un trabajo psíquico que conlleva alteraciones en la vida del sujeto, quién transitoriamente tendrá como prioridad realizar el esfuerzo psíquico para elaborar la pérdida sufrida. La separación del objeto perdido se impone en el duelo a partir del trabajo del examen de realidad, y conlleva altos niveles de dolor.
El trabajo psíquico que se requiere para elaborar un duelo puede resultar obstaculizado, y debido a ello, en función de la subjetividad de quien lo transite, diversas gradaciones en las posibilidades de elaboración.
Respecto del duelo, Punta Rodulfo (2016) señala que la elaboración del mismo estaba integrado en la cotidianidad. Las ceremonias del duelo ante la muerte se fueron debilitando y en la sociedad actual éstas se encuentran invisibilizadas, transformadas en algo irreal. Por ello en la clínica nos encontramos con el desafío de visibilizar, poner en escena, trabajar aquello que en la cotidianidad es silenciado y con más frecuencia evitado. Esto es lo que podemos observar en la práctica clínica. Se trata de hablar, dibujar, escribir...acerca nuestra pérdida y del duelo, poder encontrar vías de elaboración evitando así que surja un proceso patológico. Es entonces cuando un duelo no puede ser hablado en los ambientes familiares ni sociales que corre el riesgo de transformarse en un duelo patológico.
La finalización del duelo puede darse cuando cuando se puede recordar al otro, sintiéndolo vivo en nuestros recuerdos y encontramos la forma de llevarlo vivo dentro nuestro.
Cuando nos referimos a la depresión, esta se encuentra siempre ligada al duelo patológico: se trata de una respuesta patológica ante una situación de duelo no elaborado. Rodulfo, M. señala la necesidad de discernir las características de la depresión temprana para poder realizar un diagnóstico diferencial. Y en todas las etapas de la vida, la depresión compromete al cuerpo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Punta Rodulfo, M. (2016) Bocetos Psicopatológicos – El psicoanálisis y los debates actuales en psicopatología. Buenos Aires: Editorial Paidós.
Rodulfo, R. (2013) Separación y Pérdida en Andamios del psicoanálisis. Buenos aires: editorial Paidós.
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